Cataluña se despierta con un panorama incierto. Y es que aunque los comicios de ayer dieron la victoria a Artur Mas, el president no ha obtenido la mayoría absoluta y tendrá que pactar con otros partidos políticos para tener mayoría en el Parlament de Cataluña.
Estas elecciones han estado marcadas por los anhelos independentistas de CiU que creía que iba a obtener la mayoría absoluta y así fomentar el debate de la independencia de Cataluña del resto de España.
Los ciudadanos han hablado en las urnas, y está claro, que tienen dudas sobre la independencia porque sino hubieran otorgado a Mas la mayoría absoluta, aunque Mas ya ha declarado que seguirá adelante con el debate independentista.
Sinceramente, pienso que las cuestiones nacionalistas y de independencia se tendrían que quedar donde surgieron, en el siglo XIX. Está claro que la independencia de Cataluña no es viable, por mucho que su president quiera la independencia para esta región de España, porque Cataluña es importante para España y España es importante para Cataluña.
Recordemos que si Cataluña se independizara todo serían problemas, ya que dejaría de recibir ayudas y fondos de la Unión Europea, y además tendría que financiarse una administración pública propia, que generaría a la larga más gastos para el ciudadano catalán que beneficios.
Los resultados electorales han demostrado que la independencia es más una cuestión de Artur Mas que de los ciudadanos catalanes, que como se demostró ayer, tienen dudas sobre la independencia y sus consecuencias.
A partir de este momento, sólo nos queda ver como será el nuevo Parlament de Cataluña y ver que futuro les espera a los catalanes.
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