Los desahucios que se producen al día en España cada vez son más alarmantes. Todos los días podemos ver en los informativos y en los periódicos que miles de familias españolas están siendo desahuciadas porque no pueden pagar la vivienda en la que se hipotecaron cuando los bancos daban créditos a todos aquellos que dispusieran de un aval y que se comprometían a pagar la hipoteca, durante, ni más ni menos, que 50 años de su vida.
Hoy se aprueba en el Congreso de los Diputados, el Decreto Antidesahucios, y la verdad es que sólo soluciona una pequeña parte del problema. Según el ministro de Economía, Luis de Guindos, este Decreto sólo afectará a 120.000 ciudadanos, de los 600.000 que anunciaba el ministro, y además para poder beneficiarse de este decreto, los ciudadanos tienen que cumplir unos requisitos mínimos: cumplir unas circunstancias familiares exigidas.
Está visto que este Decreto es insuficiente para las miles de familias de nuestro país que se quedan en la calle, que sólo disponen del hogar familiar, y que en muchos casos tienen que volver a vivir con sus padres porque no pueden ni hacer frente ni a la cesta de la compra.
Pienso que el Gobierno debería de ayudar a todas las familias que estén en riesgo de desahucio o que vayan a ser desahuciadas porque el riesgo de exclusión social cada vez es mayor, y a esta situación se ha llegado por las políticas que han aplicado los bancos en los últimos tiempos, así es que el Gobierno en vez de inyectar capital a los bancos debería de inyectar el capital en los ciudadanos, que son los que están pagando la crisis económica y social que vive nuestro país.
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